Es verano. El calor aprieta. Y en Arallo, como somos así, nos gusta darlo todo, hasta el límite: tenemos un horno Josper. Pero trabajamos con él a más de 300 grados porque sabemos que el resultado es el mejor. Es habitual encontrarse un horno Josper en restaurantes de alta cocina. Ofrece una cantidad de posibilidades gastronómicas que serían impensables con un horno tradicional. Permite obtener unos resultados